¡Ya es Halloween! Ya sé que no es una tradición muy nuestra, pero cada vez está más extendida, y cualquiera que me conozca sabe que me encantan los disfraces, y esta es una muy buena excusa para disfrazarse, pasarlo bien y comer caramelos. ¿A alguien le extraña el por qué ha calado tan rápido entre los niños?
Cuando yo era pequeña, en Galicia celebrábamos el Magosto. Nos juntábamos todos en casa de mi tía Loli y asábamos castañas en la cocina de carbón. Por eso, en honor a las dos fiestas, este año he preparado un centro de mesa para Halloween, cogiendo lo mejor de cada fiesta y decorando con calabazas y castañas. Y así de paso Diego participó y se lo pasó en grande de excursión recogiendo hojas secas, castañas y erizos para la decoración.
¿Qué materiales necesitamos?
Una calabaza entera pequeña
Cuchillo y tabla de cortar
Soporte o plato
Hojas secas, castañas y erizos
Elegir una buena calabaza
Es el elemento principal de nuestro centro de mesa, y sin duda la principal protagonista de la fiesta de Halloween. En este caso hemos elegido una calabaza pequeña, pero cada vez es más fácil conseguir una calabaza de muy buen tamaño para vaciarla y poder poner una escultura con velas en la puerta, y así indicar a los niños que pueden llamar para pedir caramelos.
¿Lo mejor de decorar con calabazas? Pues sin duda las sobras, por eso cuanto más grande mejor. Una vez vaciada la calabaza, podemos usar la pulpa para una crema o puré, para hacer una buena tarta, como es mi caso, y si sobra mucho pues congelarla para utilizarla otro día.
Para el pastel de calabaza yo sigo la receta tradicional que puedes encontrar aquí
¿Cómo hacemos nuestro centro de mesa para Halloween?
Cortamos la calabaza por la mitad para poder hacer dos caras diferentes. Cortamos los extremos de cada mitad y vaciamos el interior de la calabaza, reservando la pulpa para cocinar. Dibujamos una cara terrorífica en cada mitad con un lápiz o bolígrafo y a continuación con un cuchillo fino que corte bien recortamos los ojos y la boca de nuestras caras.
Por último cogemos un soporte, en nuestro caso un plato blanco y colocamos las calabazas en el centro, rodeamos con hojas secas, castañas y erizos, y ya tenemos un centro de mesa para Halloween.
Por supuesto, como también es tradición en esta época, podemos rodear las calabazas con caramelos o cualquier otra cosa que se nos ocurra. También queda muy chulo colocar velas pequeñas dentro de las calabazas y encenderlas para que las caras se vean aún más terroríficas, pero mucho ojo con las hojas secas y las velas, ¡que pueden incendiarse! En este caso es mejor humedecer las hojas antes de colocarlas en el centro de mesa.
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