Hoy os quiero mostrar cómo es de caprichoso mi perro, ;)
Al hacerse mayor, la cama que le habíamos comprado le quedó pequeña y, cómo no, decidí hacerle una "by hand made". Para ello, sólo necesité las "sobras" de los ovillos de trapillo que tenía por ahí y el relleno de algunos cojines viejos (como por ejemplo esos de Ikea, de 1,99â?¬).
Como trabajé con "sobras", el diseño y los colores no fueron muy cuidados, pero dentro de todo, se hizo lo que se pudo.
Creí que sería lo mejor hacer la labor en forma circular, con lo que inicié con un anillo mágico (si no sabéis, podéis empezar con 4 puntos bajos y unir el último al primero y ya tendréis el mismo efecto que con el anillo mágico) de 4 puntos y fui aumentando a cada vuelta un punto (o dos) según iba necesitando la labor (ya sabéis, en cuanto la labor empieza a "arrugarse" y a quedar demasiado apretada sobre ella misma es que necesita más puntos). Las últimas cuatro vueltas las hice sin aumentar de puntos a fin de que la cama tuviera su borde plano (a modo de cojín redondo)
Cuando llegué a lo que consideré un tamaño adecuado a la medida de mi perro (un border collie) empecé por el reverso de la cama mediante el mismo proceso (un anillo mágico de 4 puntos).
Ya con ambos lados del mismo tamaño (aproximadamente necesité unas 20 vueltas por cara) los uní cosiéndolos con hilo de uno de los trapillos más finos que tenía. Este es el resultado de la primera versión de la cama (y digo primera versión porque ahora os seguiré contando la "historia"):
Pues bien, cómo véis en estas imágenes, la cama estaba acabada y era blandita y mucho más grande que la que el perro tenía hasta ahora pero, también cómo véis, el "tío" está tumbado en el suelo... ¡y no en la cama!
Después de una semana de ver al perro tumbado en el suelo sin ni siquiera apoyar la cabeza en su nueva y flamante cama, decidí hacer como Penélope y deshacer toda la labor para volver a empezarla de nuevo; pero esta vez, opté por hacer la cama con forma rectangular, a ver si así, al caprichoso de mi perro le parecía más adecuada para tumbarse.
El método a seguir con la labor en rectangular es mucho más sencillo: se incia con una cadeneta de la longitud que quieras que tenga finalmente y vas aumentando vueltas hasta que consideres la medida adecuada.
Se hace lo mismo para el reverso y se unen ambas caras cosiéndolas con un hilo de trapillo un poco más fino que el resto. Antes de terminar de unir las caras, hay que rellenar la labor con la espuma de tres o cuatro cojines (según la dimensión de la labor y de los cojines necesitaremos más o menos). Vamos apretando el relleno y esparciéndolo homogéneamente por el interior de la cama hasta que quede toda la superficie compensada y suficientemente blandita para que no se "chafe" con el peso del animal. Al final, terminaremos de unir las dos caras con el hilo de trapillo que hemos dejado a medio coser antes de iniciar el relleno de la cama.
Así pues, cuando ya tuve acabada la segunda versión de la "cama perruna" a mi can ya le pareció bien y se dignó a usarla. Ahora la camita es su mejor amiga y cada vez que consigue un premio se la lleva ahí corriendo pues sabe que ése es su territorio, ;)
Esta es la segunda y última versión de la cama perruna:
Como siempre, es una labor muy sencilla y relativamente rápida de hacer. Además, es muy práctica pues te ahorras el tener que comprar una cama a tu perro y puedes hacerla a tu gusto (en mi caso, al gusto de mi perro...)
¡Espero que os haya gustado esta nueva manualidad by MyHandMate!
;)