Esta es la cajita que tenía entre manos y, como os dije, nada tiene que ver con el malma, no los he hecho a juego, sobre todo porque los motivos del malma eran demasiado grandes para las dimensiones de la cajita.
He querido darle un aire infantil a la vez que femenino, romántico y un toque shabby.
Me encantan estos dos colores combinados entre sí y si además el dibujo es de topos, ya me conquista del todo.
He combinado 3 servilletas distintas y dos tonos de pintura, los habituales en mis trabajos y para proteger he rociado con barniz satinado en spray.
El corazón lleva un cristalito a través del cual se ve el interior de la caja.
Espero que ambas cosas les guste a los papás de Aroa.
Antes de terminar os quiero dar las gracias a todas las que me habeis ido dejando mensajes en la entrada anterior, cada vez que leo uno me alegrais el alma, os lo aseguro.
Un beso para todas y cada una de vosotras...