Los materiales son muy básicos: una caja de cartón cualquiera, cuerda gorda que podéis comprar en cualquier bazar, pistola de silicona y para forrar el interior yo utlicé papel crespón blanco. Aun lo ideal es tela blanca para un mejor acabado.
1. Lo primero es empezar a pegar la cuerda alrededor de la caja ayudándonos de la pistola de silicona para fijarla bien al cartón.
2. Cuando llegamos abajo, cortamos la cuerda sobrante y pegamos bien el extremo para que no se despegue.
3. El siguientes paso es medir el interior de la caja para cortar el papel crespón y forrar el interior.
4. Con cuidado pegamos primero el fondo y después lo laterales con silicona líquida o pegamento de barra. Lo que os resulte más cómodo. En mi caso, al utilizar silicona líquida me ayudé con una brocha para extenderla mejor en el cartón.
5. En la parte de los laterales no cortamos arras el papel, dejamos unos 3 o 4 cm de sobra para poder hacer el doblez y que no se vean los cantos de la caja de cartón. Y terminado, este es el resultado:
Una caja fea y triste de cartón hemos conseguido convertirla en una caja decorativa y multiusos.
Feliz domingo. MJ.