La mayor ventaja de la porcelana fría es su facilidad a la hora de moldearla ya que sólo se necesita mezclar la pasta con agua y ¡listo!. Ya puedes manipular la masa con tus propias manos.
El color original de la porcelana fría es el blanco, pero puedes aplicarle cualquier color mezclando, antes de que se seque la masa, tintes o colorantes y, después del secado, es posible pintarla con pintura al óleo o acuarelas.
Y si te equivocas al pintar, ¡no pasa absolutamente nada!. Pasa una esponja humedecida sobre la pintura que quieras eliminar y vuelve a intentarlo.
Para que te llegue la inspiración, aquí te dejamos estos maravillosos broches de caras de muñecas que ha hecho Isabel para mostrarnos a través de nuestro Facebook.
Como todos los broches, deberían llevar un alfiler para poder prenderlos a tu ropa, por ello, te aconsejamos que claves un imperdible a la masa cuando aún esté blanda.
Para terminar, es recomendable que rocíes tu manualidad con laca para el pelo y, así, poder conservar mejor tanto la pintura como la porcelana y evitar que se agrieten.