¡Se siente de maravilla ver en el pañito con el agarramos la tapadera un bonito dibujo, cada vez que lo usamos para agarrar los garbanzos o las lentejas! Parece una cosa nimia, pero nos alegra un poquito la rutina diaria. De modo que sin pensarlo más veces ponemos manos a la obra. Los ejemplos de las foreras son preciosidades que han realizado a un coste ínfimo.
Andpatri nos sorprende con un encantador reciclaje de los botes más modestos y desdeñados que pasan por nuestra cocina. Su adorno tiene mucho mérito, porque pintar sobre plástico no es sencillo.
Curretita buscaba unos botes apropiados para su cocina, “pero todos los que veía eran carísimos”. De modo que compró ocho en un ‘todo a 100’, y los personalizó usando pintura especial para vidrio. Los dibujos hacen juego con la cenefa de la cocina, y la artista añadió el nombre de cada producto en su bote correspondiente. Por 6 euros, su alacena de legumbres ha quedado maravillosa.
Clauchy nos muestra sus tarros y botes culinarios, de procedencias diversas. Con ese delicado ‘camuflaje’ podrían ahora adornar el escaparate de una tienda especializada.
Dhasa pone bellos tapetes a los frascos de mermelada. “Recortas un trozo de tela con unas tijeras de zig-zag (o cosiendo un bies por la orilla), y después le pintas cualquier fruta en el centro. También se podría hacer con decoupage. Se ata con cinta de color o con una cuerdecita. Es un trabajo sencillo, que adornará muy bien nuestras alacenas”.
Luchenga también es muy aficionada a decorar los botes de mermeladas y conservas. Le gusta seleccionar pequeñas estampas de aire ‘vintage’, y emplea la técnica siguiente: “los pinto por fuera con pintura acrílica, dos o tres manos, después le paso una lija finita; los puntitos los hago con un cepillo de dientes. Entonces pego la lámina, termino con dos manos de barniz al agua, y listo, como verás son muy fáciles de hacer”.
Tainy hace pequeños colgantes con pasta de sal, “para los botes de mermeladas y jaleas, los paquetitos de galletas, licores, en fin, para muchas cosas”. Después de aplanar la masa la recorta en forma de corazones y florecitas, grabando encima siluetas de mariposas y otras figuras con unos moldes. Les hace un agujero para colgarlos y los mete en el microondas un minuto. Ya pueden pintarse o barnizarse para que hagan juego con el frasco o el pañito.
Yesterday nos explica la manera de convertir unas humildes latas de tomate en exquisitos recipientes para guardar dulces. “Primero di una capa de imprimación para metal por dentro y por fuera, luego puse tres capas de papel de cocina, cuando secó lo pinté con acrílicos en un color parecido al fondo del dibujo. Después imprimí el dibujo también en papel de cocina, lo pegué con barniz al agua por delante y por detrás, y rematé con una mano generosa de barniz”. Un magnífico cambio, que pone el broche a esta apasionante guía para embellecer las alacenas.