Comenzamos la semana con una idea de packaging sencillo pero muy original, y además muy acorde con esta estación que tanto me gusta, el otoño. Las protagonistas de este envoltorio son las etiquetas, hechas con pasta de sal. Un día recordé, que de pequeña, pasaba muchas tardes junto con mi madre haciendo figuras, muñecos y demás elementos con pasta de sal. Así que se me antojó volver a hacer esta pasta y moldear unas etiquetas que hagan bonito cualquier envoltorio sencillo.
Receta para hacer la pasta de sal
- 2 vasos de harina
- 1 vaso de sal molida (sal fina)
- 3/4 de vaso de agua
- Mezclamos todos los ingredientes en un recipiente y amasamos bien hasta que quede una masa homogénea. Así ya está lista para comenzar a trabajarla.
Para hacer las formas de las etiquetas utilicé unos moldes de galletas, así podemos hacer lo que queramos, círculos, corazones, estrellas... Y para las letras, una especie de sello también para galletas, en el que podemos combinar letras y escribir lo que queramos. Una vez ya moldeadas las etiquetas, hay que secar la pasta de sal, para ello, podemos hornearlas a 100 grados hasta que estén bien duras o bien, ya que viene el frío, y las calefacciones empezarán a encenderse, podemos aprovechar y colocarlas encima de los radiadores. Esta es solo una idea de etiquetas de las miles que pueden hacerse utilizando la pasta de sal, las podemos colorear, escribir... todo lo que se nos ocurra.¡Feliz lunes!