¿Quién no ha hecho alguna vez estas cosas en el colegio? Sobre todo para el día de las madres. Pues me apetecía mucho volver a las manualidades de mi niñez y adornar mi baño con tarritos de cristal rellenos de sal de colores. Es muy sencillo y muy barato. El resultado es natural, sencillo y acorde con la decoración de un baño. En la foto no los he puesto, pero además se pueden mejorar con unos lacitos o algo de rafia.
Para hacer esta MANUALIDAD vamos a necesitar los siguientes MATERIALES:
1) Empezamos poniendo a ojo un puñadito de sal sobre el folio. Con una tiza del color que queramos, vamos frotando la sal. Poco a poco, la sal se va coloreando con los pigmentos de la tiza.
2) Doblamos el folio por la mitad de forma que dejamos una apertura estrecha para ir rellenando los tarros sin derramar la sal.
3) Así lo vamos haciendo con la combinación de colores que más nos guste. Podéis observar como se va desgastando la tiza.
Super fácil, ¿verdad? Aquí os dejo el resultado final: