Mi madre tenía un negocio familiar y como todo, un día tuvo que cerrar, para recordar aquella etapa, decidimos hacerle la bandeja que podéis ver en esta entrada.
En primer lugar teñimos la bandeja con un color que combinara con todo lo que íbamos a poner en su interior, que desde el primer instante estuvo muy claro, como la tienda, entre otras cosas, vendía legumbres, pues decidimos que el motivo tenía que ser ese, ¡las legumbres!. Así pusimos lentejas, garbanzos, judías blancas, rojas y con el ojo negro y para darle un poco de color granos de soja. Para que siempre recordara la ciudad donde tantos años vivió, le dibujamos y pintamos hojas de platanero, árbol típico de esa ciudad.
¡Esperemos que os guste tanto como le gustó a ella!.
Bandeja de semillas de soja y legumbres.
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