La semana pasada fuimos a una competición de uno de mis hijos. Este es mi hijo...
Sí, lleva haciendo esgrima desde hace ya unos años, y esta era la primera competición a la que acudía. Bueno, está contento, llegó a cuartos de final, lo cual está bien teniendo en cuenta que había bastantes competidores, jajaja... El pantalón que le dejaron para competir le estaba enorme, pero da igual, ya llegará el momento en que tenga su propia equipación...
Perdonad la mala calidad de las fotos, pero desde la grada no las pude tomar mejor con la cámara del móvil. El motivo de contaros todo esto es porque veáis que soy capaz de llevarme la labor que tengo entre manos hasta al polideportivo, con tal de aprovechar el tiempo.
Se trata de un chal que ya os enseñaré más adelante, cuando esté acabado. La verdad es que lo saqué e hice algunos puntos, pero luego la competición resultó ser más entretenida de lo que yo había imaginado, por lo que enseguida la dejé para seguir los combates.
Contadme, ¿Cuál es el lugar más extraño en el que habéis "aprovechado el tiempo" con vuestras labores?
Fuente: este post proviene de Un taller en la torre, donde puedes consultar el contenido original.
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