Nuestra lectora FernandaP nos enseña cómo reutilizar el corcho blanco de los embalajes, un producto habitual en nuestras casas. Por su ligereza y resistencia, estos moldes son ideales para la ‘cartapesta’, técnica de origen veneciano que consiste en hacer máscaras de carnaval encolando sucesivas capas de papel sobre un armazón ligero.
Para su demostración, FernandaP utilizará el embalaje de una impresora. Está fabricado en un material plástico, muy semejante por sus características al corcho blanco o porexpán: es muy liviano pero a la vez muy sólido.
El primer paso es rellenar el hueco central del embalaje con una pieza a la medida, que nuestra amiga ha recortado de una plancha de porexpán que venía con la misma impresora.
La pieza añadida se afirma en el soporte con varias vueltas de cinta de carrocero. El objeto del trabajo es hacer una bonita bandeja.
Seguidamente iniciamos la ‘cartapesta’ propiamente dicha. FernandaP emplea aquí papel de cocina, cortado a mano en tiras, y lo pega con cola de carpintero diluida en agua.
La segunda capa de ‘cartapesta’ lleva papel de guía telefónica, en este caso de las Páginas Amarillas. Nuestra lectora aconseja utilizar capas de distinto color, de esa forma es muy sencillo cubrir el objeto completamente cada vez.
La tercera capa lleva de nuevo papel blanco. La autora recorta un hueco para que se pueda colocar un vaso, así la bandeja podrá utilizarse en el coche, de viaje.
FernandaP aplica con brocha una capa del producto que se emplea para igualar las paredes, alisando con los dedos humedecidos para facilitar el lijado.
Y finalmente, tras un repaso con lija fina, la artista marca un dibujo con papel de calco, y realiza este precioso adorno. Después de barnizar, ya hemos acabado la bonita bandeja, resistente y ligera, un accesorio que tendrá utilidad permanente en casa.