En esta habitación está claro que se me fue de las manos, sobre todo en el rincón de la cama, y el mayor responsable de este derroche de color estaba claro que era ese estor naranja. Nada más ponerlo me di cuenta de que toda la luz de la habitación se volvía naranja hasta el punto de que a veces parecía que estaba encendida la luz..., no sé cómo explicarlo pero le daba un punto muy raro. Lo normal sería que lo hubiésemos cambiado por otro de un color más claro, pero mi chico que es el que más utiliza esta habitación decía que le gustaba, en fin, que por unas cosas o por otras hasta hace bien poco no me decidí a ir a la tienda y comprar uno bastante más clarito (vamos blanco).
La diferencia en la habitación es abismal, como podéis comprobar en las fotos (son muy malas, es que al ser un contraluz me ha resultado muy difícil fotografiarlo), de la noche al día diría yo. Eso sí, ya que me he liado la manta a la cabeza estoy pensando en cambiar ese cuadro, algún que otro cojín...¡ya veremos! ;)
El contraste es tan grande que estuve tentada con cambiar este estor con el de la habitación contigua que es color crema..., pero cuando se lo dije a mi chico me dijo que no, que le gustaba el nuevo estor..., conclusión lo que no le gustaba era tener que ir a la tienda y poner otro :P
Y vosotras, ¿habéis hecho algún cambio en casa últimamente que tuvierais pendiente desde hacía mucho tiempo?
¡Hasta mañana! ^_^