En estas fechas, siempre me gusta hacer postres y pasteles diferentes. El chocolate está muy rico, sí, pero la calabaza puede aportar un toque otoñal estupendo! Además, mi abuela tenía una super calabaza en casa a la que queríamos incarle el diente!
Siempre he preparado la clásica Pumpkin Pie, muy típica de estas fechas, pero esta vez me apetecía algo tipo bizcocho. Se me ocurrió transformar una receta de mi blog que también me encanta, la Carrot cake, pero en lugar de zanahoria, en este caso usé la calabaza como elemento principal, y el resultado no me ha defraudado!
Vamos con la receta para que todos podáis disfrutar de ella.
Ingredientes para el bizcocho:
300 g. de azúcar moreno (fina)
300 g. de calabaza
300 ml. de aceite de girasol
300 g. de harina de trigo
3 huevos
100 g, de nueces
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de canela en polvo
1/2 cucharadita de jengibre en polvo
1/2 cucharadita de sal fina
En primer lugar tenemos que trocear y cocer la calabaza. La pondremos en una cacerola con agua hirviendo y la dejaremos el tiempo suficiente para que se ponga tierna. Una vez esté blandita, haremos un puré con ella y reservaremos hasta que se enfríe.
Después, tenemos que mezclar en un bol el azúcar, los huevos y el aceite hasta que sea una mezcla homogénea. Puedes usar la batidora si lo prefieres. A continuación, añadimos la harina tamizada (pasada por un colador para que no haga grumitos), y mezclamos con las varillas. Cuando este bien integrada, vamos añadiendo el resto de ingredientes (excepto la calabaza y las nueces) de uno en uno.
Una vez la masa esté lista, incorporamos el puré de calabaza y las nueces troceadas. Engrasamos el molde con un poco de aceite o mantequilla, y metemos al horno aproximadamente unos 50 minutos a 180º. Yo tuve que dejarlo un poco más porque al pincharlo con un palillo, seguía saliendo crudo el interior.
Al día siguiente, cuando el bizcocho está más prieto y asentado, lo cortamos por la mitad para poder rellenarlo. Yo usé un frosting de queso muy fácil de preparar.
Ingredientes para el relleno:
300 g. de queso de untar (tipo filadelfia)
50 g. de mantequilla
150 g. de azúcar glas
300 ml. de nata líquida para montar
Aroma de vainilla
Para preparar el relleno, necesitamos que la mantequilla y el queso estén a temperatura ambiente, y la nata muy muy fría para que se monte bien.
Mezclamos en un bol la mantequilla con el queso (la batidora es fundamental para que esté bien mezclado). Añadimos el azúcar tamizado y volvemos a mezclar. Incorporamos un poco de aroma de vainilla a nuestro gusto. Cuando sea una mezcla homogénea, reservamos en el frigo.
Mientras tanto, montamos la nata. Cuando esté lista, unimos la nata a la mezcla de queso con movimientos envolventes para que no se baje, y ponemos el relleno entre las dos capas de bizcocho, y en la superficie del mismo. Decoramos con unas nueces y listo!
Os recomiendo que la tarta se conserve en la nevera, pues las cremas de queso pueden ponerse malas en el exterior.
Fuimos a merendar a casa de mi abuela (y hasta ella sopló las velas jejejeje), y la tarta fue todo un éxito, y hasta los más escépticos, que siempre hay alguno cuando se trata de una tarta de algo fuera de lo habitual, se chuparon los dedos!
Os animo a prepararla este fin de semana y a que me contéis que tal os ha ido.
Para más novedades y mucha mucha inspiración, no dejes de visitar nuestra página de facebook.
Un besico,
M.