Durante éste tiempo, desde que se ha ido, he aprendido varias cosas importantes de la vida, las cuales quizá ya sabía pero se han hecho presentes en éstos duros días
1. El valor de la familia. Para todos nuestra familia es lo más importante, pero en éstas cosas te das cuenta de que una familia unida puede con casi todo, y que las penas, con los tuyos, son menos penas.
2. El valor de la amistad. Tener amigos, junto a la familia, es lo más valioso que existe, y en momentos así, es cuando demuestran cuánto te quieren y que están ahí para lo que necesites. Yo sabía que tenía grandes amigos, y en éste momento me han demostrado que son más grandes de lo que yo creía; y hay quien, yo pensando que eramos poco más que "amigos de fiestas y cachondeo" han demostrado que están ahí para otras cosas más importantes.
3. Estamos de paso. Y es que siempre estamos pensando:"cuando termine la carrera", "cuando tenga dinero", "Cuando tenga hijos", "Cuando los peques sean más mayores"... Y nos pasamos la vida esperando tiempos y momentos mejores para hacer según qué cosas, y al final, nos damos cuenta que hemos esperado demasiado, y no hemos disfrutado de muchas cosas. Hay que disfrutar del día a día.
Me queda el "consuelo" de que mi suegra celebró su último cumpleaños feliz, en compañía de toda su familia, sus nietos, que han demostrado un amor infinito e incondicional a su abuela, y a su abuelo, al que no dejan ni un momento a solas, consolándolo como solo un nieto sabe hacerlo: con amor del bueno, ese amor que sus abuelos les han dado día a día durante toda su vida; con sus hijos que se han quedado desamparados sin saber qué hacer, intentando entender qué ha pasado, y buscando la fórmula mágica para dar marcha atrás y que todo ésto solo haya sido un mal sueño, y con sus mejores amigos.
Y es que la vida es así, te da los palos más duros cuando menos lo esperas, y no nos queda más remedio que seguir adelante, aunque sea con el corazón roto.
Éste blog siempre ha hablado de cosas buenas, regalos... pero no podía dejar de escribir ésto, es mi pequeño homenaje y agradecimiento a todo lo que ella ha hecho por mí y mi marido, y a todos los que han sentido verdaderamente lo que ha pasado.