Este mes, además de dejaros una fotografía, os invito a realizar una excursión, y es que no quiero dejaros con la miel en los labios, quiero que podáis disfrutar de algunos de los lugares maravillosos que tenemos escondidos en la geografía española.
Este lugar mágico se llama Susín, y no aparece en los mapas, porque es uno de los muchos pueblos que están abandonados y en los que no se oye nada más que el aire y los pájaros.
Se encuentra en el Barranco de Lanaza, al norte en la provincia de Huesca.
Es un pequeño pueblo propiedad de la familia Villacampa. Angelines dedicó su vida a preservar este pueblo tal y como ella lo conoció, alejado de la civilización.
Tras su fallecimiento, una asociación de amigos y simpatizantes han continuado su obra, rehabilitando las casas, vallas y calles de este singular paraje.
Para llegar a Susín hacen faltan muchas indicaciones.
Llegar a Biescas por la N-260a y desviarse hacia Gavín.
Desde allí la carretera se vuelve camino y unas pequeñas señales te indican dónde dejar el coche y empezar a caminar, pues a Susín hay que llegar caminando.
Camino que sus habitantes recorrían cuando necesitaban vender sus productos y comprar o cambiar otros.
Y allí se detiene el tiempo, todo es paz, todo es silencio.
Bienvenidos a Susín.
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