El gran aliciente de los disfraces de Carnaval es que sean convincentes y graciosos con muy poco gasto. El ingenio inagotable es la gran baza de los confeccionistas profesionales. Y otro factor importante es la flexibilidad: tu confección debe mostrarse ágil, cambiando sobre la marcha el diseño para adaptarlo a tus materiales y tu habilidad.
La costura se lleva el protagonismo en la realización de trajes. Como vemos en esta creación de Ti-ka, disfrazarse en grupo realza el éxito del diseño.
Los detalles son muy importantes en el conjunto. Observemos los niños disfrazados de perritos dálmatas: el sencillo lunar pintado alrededor del ojo es todo un acierto.
Atala, como buena canaria, es una gran forofa de los carnavales. Y aquí la vemos luciendo en pareja su simpático disfraz de Naranjito, confeccionado por ella.
Un gran acierto de Vallibona fue recurrir a las bolsas de basura para elaborar estos elegantes y multicolores atuendos tropicales.
Una amiga de Eterea23, aun estando embarazada, no quiso perderse la fiesta, y aquí la vemos perfectamente ataviada de Minnie Mouse.
La aparición de grupos musicales con atuendos folclóricos es una ocasión perfecta para ‘fusilar’ ideas y conocer detalles auténticos.
Las vestimentas basadas en emblemas comerciales de moda causan gran regocijo a protagonistas y espectadores. Queso Gouda homenajeó con éxito al muñeco de la cerveza Cruzcampo.
Los mimos callejeros son maestros en el arte de crear disfraces muy conseguidos usando materiales baratos. Nos lo demuestra este Don Quijote, con su armadura de cartón y papel de plata.
Y finalmente aquí tenemos a la bella Penélope Glamour en compañía del malvado Pierre Nodoyuna, un conjunto sensacional también creado por Atala. ¡Con esta regocijante galería tienes ya inspiración para triunfar en el Carnaval de tu ciudad!
Y otro mimo nos enseña la forma de aprovechar con gran estilo un buen manojo de retales.