¿Recordáis el rotu de lejía que utilicé para pintar una camiseta? Con la misma técnica he pintado estas zapatillas! Me encanta el resultado. Como no, son para el enchufado, que ya me puede estar compensando con cenitas y cosas bonitas jajaja
Consejos:
Lo he dibujado a ojo, pero por eso me han salido las piezas de un pie un pelín más grandes que las del otro. Creo que lo mejor es que midiendo marquéis con puntitos las esquinas y después ya lo vayáis uniendo. Usé un rotulador de punta fina (los normales, vamos).
Antes de empezar, lo mejor es que si las zapatillas no se han lavado nunca, frotéis un poco con un trapo húmedo y dejéis secar, porque estas llevaban como un acabado en la tela que no dejaba que entrase bien la lejía y le tuve que dar varias pasadas.
Como es mucho dibujo, puede que el rotulador se os vaya secando, en ese caso llenáis un pequeño recipiente con lejía y vais mojando (al estilo de las plumas antiguas) y pintando. Mucho cuidado, eso sí, con que no gotee! (para ello lo mejor es mojar solo la punta, intentando no tocar plástico, y rozar un poco el borde por si hay alguna gota suicida).
Mejor usar ropa vieja, porque la lejía la carga el diablo y a la mínima te sale un gotarrón blanco en esos vaqueros tan cómodos que maldices todo lo presente.
Me encanta pintar zapatillas! Espero que os haya gustado ^^
Un besote enorme!