Ahora, bien entrado septiembre, y pasado el tiempo de reencuentros con los libros escolares, con los forros, con las compras de material, con los chandals, etc, etc, yo vuelvo a reencontrarme con todas vosotras, y con mi propio blog; prometo visitar mis blogs amigos, poco a poco, porque he de decir, que no he visto nada en todo el verano.
En realidad, he estado pensando mucho a cerca del mundo blogueril. Todas las que tenéis un blog, sabéis el tiempo que implica mantenerlo activo, con sus entradas, sus fotos (previo paso por el editor), las visitas, los comentarios, etc. todo esto implica una obligación, sino diaria, frecuente. Ahí es donde yo he estado pensando, si seguir o no seguir. Por un lado, me da pena abandonar todo esto, pero por otro, no puedo dedicar todo el tiempo necesario. Ojalá, esto fuera una opción de negocio rentable, del que poder vivir, pero de sobra sabéis que no es así, que de hobby no pasa, por lo que hay que buscarse las habichuelas por otros derroteros.
La cosa es que como me puede el terreno sentimental, a muchas de vosotras os he tomado cariño, con algunas hablo por teléfono, con otras intercambiamos correos personales, y con otras hemos quedado en conocernos algún día ... pues he decidido no cerrar el blog, aunque tendrá menos movimiento a partir de ahora. Me voy a proponer el subir un par de entradas por mes, a ver así como vamos y visitaros siempre que tenga algún ratín libre. ¡Espero que no os hayáis olvidado de mí!
Dicho esto, doy paso en esta primera entrada de septiembre, a las fotos de unas guirnaldas de fieltro que tenía entregadas antes del verano, pero que quedaron en el tintero.
Me consta que a las mamás de Cloe y Jana, les encantaron, porque así me lo hicieron saber.
Espero y deseo que hayáis tenido un feliz verano. Besos y hasta pronto.