Esta vez, los objetos rescatados del cubo de la basura (o más bien, del contenedor de vidrio) han sido botellas de cristal: una de cerveza alemana y otra de vinagre de Módena.
Y os cuento la historia:
En casa, tengo varias botellas de aceite: una de oliva virgen para freir y guisar, otra para el aceite bueno, el de cooperativa (que sólo lo uso para ensaladas, o para tostadas) y otra para mis mezclas... Y uso botellas rescatadas, porque me encantan la forma que tienen, e incluso creo que el cristal les hace tener un mejor sabor.
La cuestión es que al preparar aceite o vinagre aromatizado (con romero, ajos, laurel...) el problema estaba en recordar la fecha de preparación de la mezcla... Así que se me ocurrió pintar una zona de las botellas rescatadas con pintura de pizarra, porque así la "etiqueta" me sirve para siempre, es "lavable" y además, está de moda!!!
Aquí las botellas recién rescatadas:
Con cinta de carrocero, preparé la zona a pintar:
Una par de capas de gesso, porque sobre cristal me parecía que la pintura de pizarra no iba a agarrar:
Y luego, una vez seco el gesso, dos capas de pintura de pizarra:
Y aquí, ya sin cinta de carrocero:
Para que quedaran más monas, les puse un poco de washitape, y con la ayuda de un rotulador de tiza (qué gran invento, porque con las tizas de toda la vida es complicado escribir con letra legible), dejé mis botellas marcaditas:
La botella con la mezcla, que tendrá que pasar un mes hasta que coja todo el sabor del orégano, el romero y las hierbas provenzales (de verdad, las ensaladas quedan espectaculares con este aliño), y la botella con el aceite de Jaén, que tiene un sabor ligeramente picante que me encanta al tomarlo con pan recién tostado.
Esta entrada participa en el VIII reto diogenero