Poco a poco le estoy cogiendo el gustillo al ganchillo. Ya os conté en más de una ocasión que las labores de ganchillo no me gustaban especialmente, pero poco a poco, viendo por ahí cosas modernas y hechas con mucho gusto cada día me gusta más.
Hace dos veranos le hice a mi niña un vestido con el cuerpo de ganchillo compuesto por unos granny squares combinados con varetas y puntos bajos. Ese mismo verano hice otro vestido más, pero de bebé, con el canesú sencillito de ganchillo.
Me gustó el resultado del primer vestido, así que este año quería repetir. Tenía un retal de bambula comprado en Base Básica antes de que cerrara y me apetecía hacerle a mi niña un blusón o un vestido con esa tela y la parte superior de ganchillo. Había buscado ideas por a red sin mucho éxito cuando Mamacosesola publicó tan mono en su cuenta de IG.
Fue amor a primera vista. Eso era precisamente lo que andaba buscando.
Ya sabéis cómo funciona el mundo ¿verdad?, prima el culo veo, culo quiero. Y claro, si a gran escala funciona a pequeña escala ya ni os cuento. Si estáis familiarizados con el mundo blogero costuril sabéis perfectamente lo que es un ataque de culoquierismo. Por si hay alguien por ahí que todavía no lo sepa, seguro que se puede hacer una idea fácilmente leyendo esta entrada.
En estos casos el proceso es dar con lo que te gusta, preguntar por el esquema, hacer un par de pruebas para tomar medidas, adaptar el patrón a tus necesidades y estrenar vestido. Sencillo, ¿verdad?.
De entrada no sabía la medida exacta del retal, no me acordaba. Tenía la idea de que andaría por el medio metro, pero no estaba segura aunque estaba prácticamente convencida de que no iba a llegar para vestido. Así que le dije a la niña que le iba a hacer un blusón. Y claro, como no podía ser de otra forma, ella prefería vestido. Si le hubiera ofrecido vestido de entrada seguro que prefería blusón, jajajaja.
Después de haber hecho una muestra del diseño para ver el tamaño de los motivos y hacer y deshacer un par de veces di con el patrón que quería. El canesú va empezado por arriba. En lugar de empezar con una cadeneta normal y corriente monté los puntos haciendo una "Foundation Single Crochet (FSC)", quedan genial, mucho mejor que hacer una cadeneta, más flexibles. La primera vez que ves la explicación parece algo enrevesado, pero no, es muy sencillo y el acabado de la prenda gana muchísimo.
El esquema los podéis ver AQUÍ en una camiseta de ganchillo para mujer y AQUÍ en una chaqueta. Ya veis que con un mismo esquema, pueden salir prendas totalmente diferentes.
Yo monté 136 puntos y tejí el canesú del vestido con Drops Loves You 9 y una aguja de 3mm. El canesú lleva 6 motivos en delantero y espalda, 5 en cada manga y uno en cada ranglan, que es justo donde se van haciendo los aumentos. En lugar de situar el inicio de cada vuelta en mitad de la espalda, lo pasé al ranglan para que quedara más disimulado porque no quería ponerle ningún tipo de cierre.
No sé si os acordáis del jersey frambuesa que le hice también hace un par de veranos de ganchillo. En ese caso también hice coincidir los inicios de las vueltas con un ranglan. El acabado gana mucho.
Volviendo al vestido, se hacen dos hileras con el motivo del patrón y luego le damos el largo deseado al canesú con varetas o medios puntos altos. En la primera versión del canesú hice tres hileras de motivos y quedaba enooooorme. Así que tocó deshacer.
Una vez que tienes el canesú listo sólo queda fruncir la tela de la falda del vestido y coser.
Es un proyecto sencillo y rápido. Después de todas las pruebas, el canesú definitivo lo hice un sábado por la tarde en la playa. El domingo por la mañana hice los dobadillos de la tela, cerré la costura y marqué con la máquina para fruncir. Íbamos a piscinear un poco así que lo metí en la bolsa y lo fui cosiendo a mano poco a poco mientras la peque se arrugaba a remojo.
Al final del día probamos y quedó patente que no era blusón, era un vestido y necesitaba forro. Al día siguiente salíamos de viaje y yo quería meterlo en la maleta sí o sí, así que al levantarme cogí un trozo de batista, hice los dobladillos, cerré al costura vertical y marqué el fruncido. Una vez que tenía listas las maletas y todo lo necesario para salir empecé a coser el forro al vestido a mano mientras no daba la hora de salir. Me quedó a medias y así entró en mi bolsa de labores. En el coche, de camino a Turismo Castelo De Gouveia terminé de coser el forro y llegamos a destino con un vestido listo para estrenar.
Nuestro destino vacacional de este año, Turismo Castelo De Gouveia, es un sitio precioso. No tenéis más que pinchar en el enlace para ver las fotos de las instalaciones.
Yo os enseño mi rinconcito favorito del lugar. Todos los días antes de acostarme, me sentaba en esa esquina a tejer un rato.
La puerta verde que se ve en la foto es la puerta de nuestra habitación. Tenía a un lado al habitación y al otro la piscina que de noche lucía espectacular.
¿Hay alguien por ahí que también se lleve la bolsa de labores a cuestas cuando va de vacaciones?
No me enrollo más y os dejo con el reportaje fotográfico del vestido.
¿Qué os ha parecido? ¿Os gusta el vestido?
Enlazado con: Handmade Monday #90, Made by you mondays, Scrappy Stitchers Link Party #44, Crafty Love Link Party (Underground Crafter)
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