Desde hace ya bastante tiempo, Iván tenía guardado el cartón de un rollo de papel higiénico para hacer con él, según me dijo, un Bob Esponja. No tengo ni idea de si lo había visto en algún sitio o se le ocurrió a él solito... El caso es que cada dos por tres me estaba recordadndo que no se me fuese a ocurrir tirarlo, porque tenía que hacer su Bob Esponja. Ya ves, como si no tuviéramos oportunidad de conseguir otro cartón ;-)
Y claro, si Iván lo iba a hacer, pues Abel no iba a ser menos que su hermano, así que él también guardó otro cartoncillo para hacer su correspondiente Bob Esponja.
Pues finalmente ya un día me decidí a dejarlos que cogiesen todas las pinturas, papel, tijeras, lápices, rotuladores y pegamento y por fin se quedaron contentos de haber realizado ellos solos su manualidad.
Y así fue como quedó el invento:
El de la izquierda es el de Iván y el de la derecha, el de Abel. Iván cerró el cartón tanto por arriba como por abajo con un poco de fixo, pero Abel dejó abierta la parte inferior para poder, tal como él me explicó, usarla como una marioneta. Así puede meter la mano en el interior y juega a hacer algún que otro teatrillo con ella ;-).
¿Os ha gustado? La verdad es que es una tontería, pero ellos se lo han pasado de lo lindo haciendo algo con sus manos. Y lo que más me gusta es que los niños desarrollen su imaginación haciendo cosas de este tipo, a partir de un simple cartón de papel higiénico y que, de paso, al menos así compensen los ratos delante de la tele o del ordenador...
Besos y hasta la próxima entrada