Y una de las cosas que me habían llamado la atención en mis buceos por los blogs y páginas que sigo en Internet eran unos cordones realizados con cintas de colores que servían para hacer pulseras, gargantillas y muchas cosas más. Y el elemento con el que se hacían era un sencillo disco de goma espuma gruesa con una serie de números.
Investigué un poco y me enteré que el disco en cuestión se llama Kumihimo y como podréis suponer, su procedencia es japonesa. Se trata de una técnica en la que se entrelazan los distintos cordones que se colocan en el disco de forma que se pueden hacer infinitas combinaciones.
Me gustó lo que vi pero me dije que no iba a caer de momento en una nueva cosa, que con lo que llevaba entre manos ya era bastante.
Pero aprovechando que no tenía muchas cosas para pedir a los Reyes estas navidades pasadas, decidí pedir un disco y si tenía la suerte de que llegase, así tenía la excusa perfecta para probar la técnica.
Y efectivamente los Reyes me trajeron no un disco, sino dos. En realidad uno de ellos de disco tiene poco, ya que su forma es cuadrada, pero me enteré que el cuadrado se usa para obtener cordones planos. Aquí podéis ver cómo son los discos:
Así que después de entretenerme viendo unos cuantos vídeos en You Tube (qué sería de mi sin estos benditos vídeos?), me puse manos a la obra e hice varias pruebas con diseños diferentes:
La verdad es que es una técnica sencilla una vez que se le coge el tranquillo y que te permite conseguir unos resultados muy aparentes en un ratito.
Pero resultó que mis hijos cuando me vieron hacerlo, quisieron probar a hacerlo ellos también. Les expliqué cómo se hacía y en un momento pillaron la técnica. Así que se apoderaron del disco y empezaron a hacer pulseras para todo el mundo ;-). Tanto es así que aprovechando que fue el cumpleaños de Abel hace pocos días, le regalamos un disco kumihimo para él, que comparte con su hermano.
Estas son algunas de las pulseras que se hicieron para ellos:
Parece que les gusta el color rojo y el turquesa, porque lo han usado en todas las combinaciones ;-).
Y aprovechando que una de las seños de Iván dejaba el cole, ya que estaba cubriendo una baja que llegó a su fin, quiso él hacerle una pulsera como regalo de despedida. Él eligió los colores y la combinación de los mismos.
Este fue el resultado, en el que yo le ayudé un poco colocándole los cierres:
Y como Abel no quería ser menos, le hizo otra a su seño para regalársela, aunque ella no se vaya a ir del cole:
¿Verdad que quedan muy monas? Y además, no sabéis cómo engancha y lo adictivo que resulta.
Yo aún tengo pendiente hacerme algún conjunto para mi, que después de todo sólo hice las pruebas del principio cuando anduve investigando. Ya os enseñaré los resultados si algún día me hago alguna cosita.
Besos y hasta la próxima entrada.