Las dimensiones finales de mi rag quilt son 90x110 cm. Para hacer uno similar vais a necesitar:
-40 cuadrados de tela de 25x25 cm.
-20 cuadrados de guata de la misma medida.
-lápiz y regla.
-máquina de coser, hilo, tijeras...
He combinado cinco telas diferentes. Elegí estos colores porque me van bien con la decoración del salón (la idea es que sirva como mantita de sofá). Necesité medio metro de cada tela, para cortar ocho cuadrados de 25x25 cm, ya que puse la misma disposición de telas por delante y por detrás. Otra opción es hacer la trasera con telas diferentes, o de un solo color.
Las telas de algodón que se utilizan en patchwork conviene lavarlas antes de empezar, ya que encogen algo y destiñen también un poco. Imaginad que encoja o destiña una vez terminado el quilt ¡sería un desastre!. Fue aquí donde me encontré el primer problema. La tela roja no paraba de desteñir. La lavé a máquina, la tuve un buen rato en remojo con vinagre rebajado, la dejé toda la noche en agua con sal... y cada vez que la escurría seguía destiñendo.
Pero no creáis que un poquito, no, no paraba de salir tinte rojo. Al final recurrí a mis amigas expertas en estas lides del patchwork y me recomendaron que, en el primer lavado del quilt, utilizara un par de toallitas para evitar desteñidos. Mano de santo, pienso usar estas toallitas siempre que haga algo con telas rojas.
La segunda sorpresa vino al empezar a cortar las telas. Me encontré en algunas de ellas con este mensaje (primera vez que lo veo, se ve que compro pocas telas):
Mis amigas patchworkeras me explicaron que estas telas son inflamables al ser de algodón 100%, y la normativa en algunos países es muy estricta en cuanto a telas, de ahí el mensaje. Menos mal que es para una mantita de sofá y no de cuna.
Horror, me puse a cortar las telas y en una me desvié un poco bastante... No tengo foto del desaguisado, pero menos mal que lo pude arreglar con un poco de fiselina y queda el estropicio justo en la costura, así que no se nota nada. Pero tened cuidado antes de meter la tijera o el cuter.
Y hablando de cuter, cuando ya estaba terminando de cortar todos mis cuadrados de 25x25 cm ¡se quedó sin filo! ¡me dejó tirada! Y lo peor de todo ¡No tenía repuesto de cuchilla!. Tuve que terminar con otra cuchilla que no era la dentada. A estas alturas ya estaba pensando que algo bueno me tenía que pasar cuando terminase el quilt, porque tantas cosas raras no era normal. Al final conseguí todos mis cuadrados de tela y guata.
El siguiente paso es marcar las diagonales de la mitad de los cuadrados (los que vayan a ir en la parte de delante). Yo lo hice con un lápiz que se borra al lavar, y una regla. También conviene que hagáis una pequeña marca para distinguir hilo y contrahilo de la tela, ya que debemos poner todos los cuadros con la misma orientación para que el quilt quede bien.
Una vez cortados los cuadrados de tela y guata, tenéis que hacer "sandwich" con dos capas de tela y la guata en el centro. Colocáis la trasera de la tela con el lado bonito hacia abajo, después la guata, y la delantera de la tela con el lado bonito hacia arriba. Tened en cuenta lo que os comentaba antes, para que hilo y contrahilo de las dos telas os quede en la misma dirección. Os saldrán 20 sandwich en total.
Ahora llega la parte divertida; hay que coser todas las diagonales que hemos marcado, con cuidado de rematar cada costura al principio y al final. Como mis cuadros eran de colores tan diferentes, he ido cambiando el color del hilo para ponerlo a tono. Os enseño como quedó uno de los cuadros y ya sabéis, así hasta 20. Aquí tuve otro problema porque, nada más empezar a coser, la máquina comenzó a hacer cosas raras y me partió el hilo. Al final era culpa de una canilla mal puesta, pero ya me veía cosiendo el rag quilt a mano.
El siguiente paso es elegir una disposición bonita para nuestros cuadros. Conviene hacer una foto para que no se os olvide como van colocados y no os despistéis con tanta costura como hay que hacer a continuación.
Ahora unimos los cuadros, primero formando filas y luego las filas entre sí. Normalmente para coser sabéis que ponemos las telas derecho con derecho, para que las costuras no se vean. En este quilt es al revés. Hay que colocar los cuadros revés con revés de forma que la costura quede por el derecho. Haremos las costuras a 1.5 cm del borde, y rematamos cada una de ellas al principio y al final. Aquí me confundí al coser y lo hice como os estoy diciendo que no hay que hacer. Nada como descoser y empezar de nuevo.
Formamos primero las 5 filas. Atentos a la orientación de hilo y contrahilo de la tela, poned todas en la misma dirección. Aquí no he cambiado el color del hilo en cada cuadro, estos pasos finales los he cosido todos con el mismo hilo de un color neutro.
Luego uniremos las filas entre sí. Recordad, las costuras a 1.5 cm del borde y rematamos al principio y al final. Otra cosa que va diferente en este tipo de quilt: en lugar de colocar las costuras hacia un lado, hay que ponerlas abiertas, como cuando cosemos ropa. Tenéis que hacerlo así en este paso y en el siguiente.
El último paso con la máquina es hacer una costura a 1.5 cm del borde de todo el quilt. ¿Sabéis eso de que quedan 2 cm para terminar de coser toda la pieza y se acaba la canilla? También, también me pasó.
Ahora hay que hacer pequeños cortes en todos estos bordes para formar los flecos, que nos darán ese aspecto deshilachado y bohemio que tanto me gusta. Los cortes están separados a 1 cm de distancia más o menos y hay que tener mucho cuidado de no cortar las costuras. Menos mal que aquí no me pasó ninguna catástrofe reseñable.
El toque final se consigue con un paseo por la lavadora (y si tenéis secadora, tanto mejor). Recordad: un par de toallitas anti-desteñidos para evitar problemas y os quedará perfecto. Eso si. es posible que todo el resto de la ropa salga lleno de pequeños hilillos... Si, también me ha pasado.
Y menos mal que lavé por la mañana que hacía un sol estupendo, porque por la tarde ¡se puso a llover! Con todas las cosas que me han pasado, me parece que es el rag quilt más accidentado de la historia.
Os enseño en la siguiente foto como queda por detrás (y de paso podéis ver el solazo que hacía, nada que hiciera sospechar la lluvia de la tarde).
Si conseguís ser inasequibles al desaliento y superáis todas las dificultades que las telas, el cúter y la máquina de coser os pongan, conseguiréis una bonita mantita de sofá para utilizar este próximo invierno.
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