Antes de nada decirte que ésta no es la sorpresa que tenía preparada para el fin de semana, aún es sábado así que tengo de tregua hasta mañana. Pero puedes estar tranquila que las ideas empiezan a fluir, solo tengo que dejarlas salir de mi cabeza y hacerlas realidad. Bueno, al grano que siempre me lío y te termino contando mil cosas que no se si te interesarán Te enseño este súper portarretratos.
Una vez tenía preparada la tela de fondo y la guata, me encargué del corazón. Para prepararlo utilicé flixelina sobre la que dibujé el corazón, lo recorté y lo pegué con la plancha en la trasera de la tela roja. Posteriormente lo recorté al ras de la tela porque la aplicación que vamos a hacer es ‘a mano alzada’. Si la hiciéramos a puntada escondida tendríamos que dejar un margen que tendríamos que meter a la hora de aplicar.
En este punto colocamos sobre la tela las diferentes aplicaciones que vayamos a coser y las sujetaremos con alfileres. Además me he ayudado de un plato pequeño para dibujar varias curvas con un bolígrafo que se borra con el calor de la plancha. Estas líneas me servirían de guía para escribir la frase “Love is all around”. Si nos equivocamos escribiendo o no nos gusta cómo queda solo tenemos que planchar y volver a empezar.
¡Nos vamos a la máquina! Empezamos a aplicar y utilizaremos hilo negro. Esta técnica de aplicación a mano alzada tendría que hacerse con el pisante levantado pero personalmente no me gusta el resultado. Como cada maestrillo tiene su librillo, yo lo que hago es bajar el pisante y poner el largo de la puntada a 1,5, cuando por lo general lo uso al 3,5.
Ya solo queda bordar nuestra frase, que es una de las partes que más me gusta. Muchas veces necesito hacer estos trabajos para volver a sentir la aguja entre mis dedos, porque si te confieso algo, aprendí a hacer patchwork a máquina y no me imagino haciéndolo a mano.
Me costó coserlo lo que no está en los escritos y aunque lo llevé a varios mercadillos, le ponía un precio demasiado alto porque no quería venderlo. Ahora lo tengo conmigo como uno de mis trofeos ‘costureriles’. Y al otro lado, como si de una escolta se tratara, una cámara de hierro que me regaló un artesano en la pasada Feria de Artesanía de Antigua. ¡Un auténtico regalazo!
Por hoy me despido. Este tutorial me ha resultado de lo más ameno porque al mismo tiempo que lo hacía escuchaba el partido de la Unión Deportiva Las Palmas. Sí, lo admito, soy súper futbolera y desde mi época de estudiante, mi ideal de fin de semana era estudiar o hacer los trabajos escuchando el fútbol. Gracias a ti he recuperado esa costumbre que me traslada a mi época universitaria en Málaga. ¡Qué tiempos aquellos!
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Ahora sí, nos leemos muy pronto.
¡Besos costureriles!
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