Si te gusta pintar, no te pierdas este sencillo truco para alargar la vida útil de tus brochas y pinceles. Es muy sencillo, tan sólo tienes que tener en cuenta dos cosas básicas:
1. Cuando termines de utilizar tu pincel o brocha, inmediatamente limpia bien los restos de pintura o de barniz con abundante agua. Es importante que no queden restos ya que éstos podrían secarse y deteriorar la calidad de la cerdas de tu pincel.
2. A continuación, una vez bien limpio, introduce siempre tus pinceles en un vasito o cualquier recipiente con un poco de aceite de linaza (lo puedes encontrar en tiendas especializadas). Pon el aceite suficiente para que queden sumergidas las cerdas o pelos del pincel, sólo por la parte metálica, sin que alcance la madera ya que esta superficie es porosa y podría tener el efecto contrario a lo que deseamos. El aceite actúa como un buen conservador de las fibras naturales de nuestros mejores pinceles.
En este vídeo tenéis más detalles:
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Imagen: john_a_ward/Flickr