Aunque muchos estaban deseando que llegase esta época, no es mi caso. No me gusta nada el frío, me aletarga, me resulta desagradable e incómodo, toda esa cantidad de ropa que hay que ponerse (con lo bien que se va en short y chanclas), en fín, que no es lo mío. Y es que a mí el calor ni me agobia ni me cansa, al menos a fecha de hoy, ya veremos cuando vaya cumpliendo más años.
Creo que lo único que me gusta de este tiempo inclemente es poder estar en bata y la mantita del sofá. Bueno mantita o manta propiamente dicha… ya que la mía no es nada pequeña, y lo mismo la echamos en la cama durante los primeros días de fresco, que después está todo el invierno en el sofá.
Está tejida a ganchillo, con varetas. Mi madre se la hizo a mi hermana, y cuando la ví terminada no pude evitar prendarme de ella… y a comprar lana. A parte de su simpleza, lo que más me gustan son los colores cálidos que tiene, me encanta la gama de los tonos tierra, y es que da la sensación hasta de que abriga más con esos tonos.
Ya véis que el punto es lo más sencillo del mundo, solamente hay que ir tejiendo rectángulos concéntricos. Os animo a tejer una, porque además es muy agradable andar ya entre lanas en ésta época, dejarla caer en el regazo y tener las piernas calentitas mientras se teje.
Saludos, ¡y a seguir creando!
Madojim.