Caridad me envió uno -lo que le agradezco mucho- para una amiga mía operada de cáncer de mama. Según ella, cuando lo probó, la forma que tienen alivia el dolor de la operación.
Junto con los corazones, en aquella ocasión, solicitaron que, las que pudieramos, hicieramos una tarjeta para acompañar el cojín-corazón. Siguen haciendo su labor, pero ahora no han pedido nada, aunque yo les he enviado algunas para continuar esa labor tan entrañable.
Espero que les gusten.