El origen de los bordados en Redwork hay que buscarlo en Inglaterra a finales del siglo XIX donde se hizo muy popular por el interés que tenían las damas victorianas en decorar sus hogares, y parece ser que fue la Kensington School for Girls el lugar donde se empezó a enseñar a las niñas este tipo de bordado en el año 1880. Poco antes se habían desarrollado en Turquía unos colorantes para hilos de algodón mucho más sólidos (estables) que los que se utilizaban hasta ese momento y que permitían que los bordados pudiesen ser lavados sin riesgo a desteñirse y, al mismo tiempo, que resultaran más económicos que los bordados realizados con hilos de seda que eran los únicos que garantizaban ese resultado hasta entonces, de ahí que a este trabajo también se le conociera antiguamente con el nombre de Turkey work (trabajo turco) o Solid Embroidery (bordado sólido). Más tarde pasó a los Estados Unidos, donde se unió con técnicas de Patchwork para realizar quilts que combinaban ambas técnicas. Aunque hubo un largo período de tiempo en el que este tipo de bordado permaneció en el olvido, el desarrollo del Patchwork a lo largo del último cuarto del siglo XX hizo el resto y hoy es un trabajo que se ha universalizado. Una anécdota curiosa al respecto de su popularidad en aquella época (finales del siglo XIX) es que se vendían los penny squares, unos cuadrados de muselina blanca estampados con un dibujo para bordar y acompañados de la correspondiente madeja de hilo rojo por el precio de un penique, que contribuyeron al auge del Redwork combinado con el Patchwork. Pero no era ésa la única manera de presentar el Redwork, de hecho podemos encontrar todo tipo de prendas del hogar decoradas con este bordado, desde paños de cocina a delantales, pasando por manteles y fundas de cojines, tapetes, bolsas o, incluso, peinadores (unos pequeños paños que se colocaban antiguamente sobre los hombros a la hora de peinarse).
Dado que se trata de un trabajo de bordado muy fácil y asequible, voy a realizar un taller presencial para enseñar a todas las personas que pudieran estar interesadas en esta técnica. Este taller es una excelente oportunidad para introducirse en el amplio mundo del Bordado ya que, por la facilidad de los puntos que se emplean, representa un primer paso para acercarse a él. El taller está pensado incluso para quienes no tengan ninguna experiencia previa pues se trata de un tipo de bordado para el que no se requieren ni materiales ni habilidades especiales.
En el taller aprenderemos:
A realizar los pasos previos para preparar el motivo para bordar.
Diferentes grupos de puntos utilizados en este tipo de bordado (lineales, de relleno o para resaltar detalles).
Muchos trucos para que el bordado quede bien realizado y bien rematado.
Si estás interesada en participar, puedes solicitar más información o reservar una plaza (ya puedes ver que los grupos son muy reducidos), por alguno de estos medios:
mensaje por WathsApp al número 606.948.384
un mensaje por correo electrónico a través del siguiente formulario
¿Te animas? Seguro que lo pasaremos genial y aprenderemos un montón.
Muchas gracias por leerme,
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