Hoy les traigo una manualidad muy fácil de hacer pero también es muy práctica. Desde el mismo momento en que la acabamos podemos disfrutar de ella. Yo ya no puedo pasar sin utilizarla cada día y ahora con estos fríos que nos vienen de Siberia más todavía.
Hace siglos, en las gélidas noches de invierno, un ama de casa suiza descubrió un uso extraordinario para los huesos de las cerezas. Ella rellenó cojines con estos huesos, los calentó y le dio así a su familia una cálida solución para combatir el frío. En poco tiempo, este truco se fue haciendo un hueco en todos los hogares.
Los huesos de cereza tienen una propiedad única, retienen el calor durante mucho tiempo y lo van soltando muy lentamente. Estas almohadas hechas con los huesos de las cerezas se adaptan a la forma del cuerpo y son 100% naturales.
Pueden usarse cada vez que se desee obtener una sensación de calor: en la cama en las noches de invierno, en los músculos, para el dolor de estómago, dolor de espalda, malas posturas de cuello y en cualquier molestia músculo-esquelética susceptible de mejora por medio de aplicación de calor.
¿Por qué de huesos de cerezas?
Para aquellos que no lo sepan los huesos de cerezas son un gran acumulador término, por lo que desde hace años se vienen usando en el tratamiento de ciertas lesiones y dolores. Además la textura granulada que le dan los huesos, o pipos de cerezas lo hacen ideal para realizar pequeños masajes circulares.
Los materiales son muy poquitos y si ya tenemos los huesos pues además muy baratos.
Materiales: retales de telas que tengamos por casa y huesos de cerezas.
Yo compré los huesos por internet, pero cuando sea la época pienso guardar todos los que me coma para seguir haciendo saquitos.
El siguiente paso es limpiar los huesos de cerezas, lo más fácil es cocerlos con agua y un poco de vinagre. Después les quitamos cualquier resto que haya quedado y les dejamos secar bien al sol. Os recomiendo que esto lo hagáis en verano para que se elimine cualquier resto de humedad.
Ahora elegimos una tela que nos guste y la cortamos de una manera que nos resulte cómoda para su aplicación.
Una vez cortado y cosido el saquito lo rellenamos con los pipos o huesos, sin que quede lleno del todo, para que el frío o el calor fluyan. Después terminamos de coser y listo!!!! En mi caso yo hice 2 sacos, uno interior de color claro y cosido y otro de tela de colores, como si fuera una funda para poder lavarla siempre que lo necesite.
Las medidas de los mios son de 37 x 19cm
Su efecto de calor ayuda a la artritis, contracturas, dolores musculares, lumbagos, ciáticas, cólicos, dolores menstruales, cuadros bronquiales, sinusitis y artrosis (dolores de huesos).
Uso: Colocar el cojín en un recipiente de loza o cristal adecuado para el microondas a temperatura máxima por 1 o 3 minutos y colocar en la zona afectada.
Su efecto Frío ayuda a aliviar dolores de cabezas, migrañas, fiebres, dolores de muelas, dolores de pies cansados, picaduras de insectos, hematomas e inflaciones..
Uso: Coloque el cojín en una bolsa debidamente sellada dentro del congelador durante 2 a 3 horas y se aplica en el área afectada.
Fuente: este post proviene de Blog de Enjume, donde puedes consultar el contenido original.
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