Yo he utilizado botes de cartón, pero podéis utilizar cualquier tipo de envase que ya no os sirva y que no pese demasiado, por ejemplo, también se podría hacer con latas.
El primer paso es pintarlos, yo he escogido pintura en spray porque seca más rápido.
Una vez secos los podéis dejar así o si lo preferís podéis aprovechar para hacerle algún dibujo o adorno como el que os muestro a continuación.
Para hacer una franja de color diferente, se tapa la parte que no queremos pintar y se aplica la pintura, en este caso, plateada.
Ahora llega el momento de montarlo. Como véis en el resultado final, esto también lo podéis hacer como más os guste y también teniendo en cuenta dónde lo vais a colocar. Entonces cogemos la pistola termofusible y los vamos uniendo al gusto.
Una vez unidos, y como el objetivo es que se pueda colgar posteriormente, se coge una cinta (un lazo, una cuerda, o un retal de trapillo como he utilizado yo) y se rodea toda la composición con ella. Para que el agarre sea más seguro, ponemos unos puntos del adhesivo entre cada bote y la cinta.
Y ya está listo para utilizar.
Espero que os haya gustado y os animéis a crear vuestros propios organizadores.
Fuente: este post proviene de Blog en el Bosque, donde puedes consultar el contenido original.
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