Los entornos rurales donde hemos estado nos han regalado la belleza de lo antaño, de lo natural y de la vida de antes (un poquito de slow life que, espero, me dure por lo menos hasta Navidades).
Así que con la “morriña” por volver pero con ganas de enseñaros las cositas nuevas, os traigo un DIY muy fácil de hacer en casa y que cambiará por completo la apariencia de vuestro armario.
¿Tenéis perchas de madera? Si es así, ¡comencemos! Si la respuesta es no, ¡os espero! ¡Vamos a darles un toque Shabby Chic a nuestras perchas!
Perchas de madera
Pintura Chalk paint y brocha
Imágenes de impresión láser o fotocopia
Gel de transferencia de imágenes
Pincel
Agua
Esponja abrasiva suave o lija de grano fino
Laca de acabado para muebles
La técnica que usaremos es la transferencia de imágenes. Necesitaremos imágenes para transferir y un gel especial.
Las imágenes tendremos que imprimirlas en papel normal pero con una impresora láser o hacer una fotocopia en fotocopiadora. No son válidas las tintas de impresoras convencionales ni el papel fotográfico.
Si preferís, podéis pintar de un color base las perchas, yo elegí un color gris de chalk paint muy muy claro, casi blanco, para darle un toque vintage.
Cuando haya secado la pintura, recortaremos con tijera o con los dedos la imagen a transferir.
El gel de transferencia se aplica sobre el papel, sobre el lado de la imagen, y se coloca boca-abajo sobre la madera. Para aseguraros podéis aplicar también el gel sobre la madera y sobre el papel una vez pegado.
Seguid las indicaciones del fabricante para el tiempo de espera. Una vez cumplido, pasaremos a retirar el papel de la imagen. La tinta habrá quedado fijada en la madera como por arte de magia.
Retirar el papel, es la parte más delicada. Sólo necesitaremos agua, que aplicaremos con los dedos, para ablandar el papel. Una vez mojado, con los dedos podremos arrastrarlo sin necesidad de hacer fuerza.
Cuando hayamos terminado de retirar por completo el papel, pasaremos la esponja abrasiva por los cantos y extremos para hacer un decapado. ¡Veréis qué bien queda!
Es normal si os queda algún resto de papel o lo notáis rugoso (en la imagen superior notaréis las rosas blanquecinas debido a esos restos). La esponja os ayudará a igualar pero con el la laca de acabado desaparece. ¡Fijaos!
El acabado con esta laca siempre me sorprende, queda muy suave y mate, ideal para dar un toque “vintage“.
¡Y así lucen!
Espero que os animéis.
Si tenéis cualquier duda podéis escribirme a nopuedoestarquieta@gmail.com