Recuerdo cuando era pequeña, tal vez no hacíamos eso de truco o trato, ni nos disfrazábamos. Pero en mi casa siempre ha habido unos dulces especiales y mi madre se encargaba de hacerme vestido nuevo para ese día. La familia se encontraba para recordar a los que ya no estaban. Nos encontrábamos en el cementerio, poníamos flores y saludábamos a todos los conocidos.
Por esa razón he querido proponer en este artículo una actividad muy sencilla, y que está relacionada con esas visitas. Se trata de hacer que las ambrosías de chocolate y avellana (que comía cuando era pequeña) se conviertan en divertidas tumbitas dulces.
Haciendo estas tumbitas he disfrutado por muchas razones:
Me traía recuerdos de la niñez, el aroma, los colores… E
Saber que sigue fabricando el mismo dulces de chololate, me hace sentir bien. Resiste, como muchos de nosotros
Cuando le doy un uso diferente a algo, me divierto. En este caso, poner las barritas en la mesa, me encanta.
Tan extremadamente sencillo de hacer, y con un resultado tan vistoso y BARATO
Te animo a que hagas algo parecido. Seguro que lucirá en la mesa de Halloween, y los niños se divertirán.
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Fuente: este post proviene de Reciclado Creativo por Rosa Montesa, donde puedes consultar el contenido original.
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