Hay técnicas que a veces se me resisten y no consigo cogerles el tranquillo. Y una de esas técnicas es la aplicación de sellos y tintas. A la vista está que mis primeros intentos no salieron muy bien parados:
Creo que el fallo está en no utilizar las tintas adecuadas. El collar babero en tonos sepia, sin embargo, me gusta bastante cómo me quedó:
En fin, que no cejo en mi empeño de dominar la técnia, así que me propuse reconstruir este collar:
Los colores no están nada definidos, y, para colmo, la forma del colgante ¿no te recuerda a algo?
¡¡¡Ayyyyyyy!!! Qué rabia. Terminé cogiéndole manía a ese collar porque me recordaba al niño repelente de la serie Padre de Familia.
Así que le cambié la forma, le intensifiqué el color y le puse un detallito brillante reciclado de otro collar:
Bastante mejor, ¿no?
Y de propina, como ya estaba liada con las tintas, hice este llaverito amoroso.
Espero que te guste.
¡Buen fin de semana!