¡Son tan bonicos! Mi sobrino Martín le regaló uno a cada compañero de la guardería.
Aùn les queda para que se les caiga los dientes... aún le están saliendo... pero así le recordarán un poquito cuando sean más grandes y metan su dientecito en la tripita para que el Ratón Pérez se lo cambie por una moneda o un regalito....
Es uno de mis regalos preferidos..