He pintado la máscara y se ven los “saltos” de las tiras de papel. Tendré que esperar a cuando seque, porque el que se transparenten algunas cosas no me importa, eso se arregla con una segunda capa, pero lo de que se vean los papeles no me hace ninguna gracia. A ver si voy a tener que empezar la armadura desde cero…
En ese caso usaría un foam más fino y otra técnica de endurecimiento. Aparte de que tendría que reimprimir los planos de la armadura, aunque eso no me preocupa porque ya estaba preparando otros más adecuados, eso sí, es un trabajo de chinos. He tenido que coger cada pieza de los planos que tenía, pasarlos a .obj, meterlos en el 3D Studio, unirlos todos de forma que quede la armadura montada, separarlos borrando los sobrantes e ir guardando de nuevo los .obj con un nombre determinado.
¿De qué me sirve eso? Pues me sirve para que en el Pepakura pueda importar todos los archivos en uno solo y me quede la armadura montada para sólo tener que medir mi altura y así todas las demás medidas quedan proporcionadas. Lo malo es que voy a tener que preparar los planos por separado y eso es un coñazo mucho más grande que el de las armaduras de los Caballeros del Zodiaco.
NOTA: En realidad estaba preparando esos planos para una posible utilización en el Mark-XXI, que es exactamente igual que el Mark-VII sólo que completamente dorado.