Ahora lo que toca es esperar a tener pintura para poder comenzar el proceso de pintado, que sin duda será algo más rápido que el endurecido. La armadura ha ganado en peso y consistencia, aunque no sé si ha sido suficiente. Teniendo en cuenta que no pienso trabajar más con ese foam dado su precio y su limitada disponibilidad, supongo que tendré que buscar otra manera, aunque he leído en internet que la fibra de vidrio, más bien la resina que se utiliza con el catalizador puede derretir el foam. Quizá otro método con la cola sea más efectivo.
Es por ello que he decidido coger una antigua máscara en foam muy fino (como el de los dedos) y le he aplicado una solución de cola con un poco de agua, mucha menos agua de la que usé al principio. Tras cinco capas la consistencia conseguida (con pincel) era insuficiente, aunque tapa los poros del foam para que pueda pintar sobre él sin que absorba la pintura. Tras esas cinco capas he decidido aplicar otras cinco de cola pura tanto por delante como por detrás. Ha ganado algo más de dureza pero dudo que sea suficiente como para ser satisfactorio. Mañana comprobaré si ha sido suficiente.
Mientras tanto busco la manera de endurecer el foam que no tenga que ver con cola degradada o papel maché. El resultado en cuanto a dureza y consistencia es muy bueno, pero es un proceso lento que no me proporciona a simple vista la uniformidad de la superficie, ya que de momento puedo ver los trozos de papel sobrepuestos, quizá al pintar se disimule.
Esta armadura ya ha sido endurecida con papel maché, así que lo que me queda es pintar y aplicar el exoesqueleto y la mecánica y electrónica. El resultado global de momento es bastante bueno, pero mi satisfacción no es completa.
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