Este joyero-costurero nació de la idea que tuvimos en el trabajo de obsequiarnos entre nosotras los días de nuestro cumple para hacer el trabajo un poco más llevadero, ya que no corren tiempos fáciles. Así, cuando es el día de un cumple, en el tiempo de descanso del que disponemos para hacer un pequeño refrigerio, montamos una pequeña fiesta en el vestuario. Es un motivo de alegría entre tanta "miseria" ( Voy a ser condescendiente,....je)
La caja inicial era de botellas de vino, pero carecía de tapa y cualquier tipo de distribución interior. Lo primero, pues, fue conseguir una tapa y ahecrle algún tipo de compartimento. La tapa fue lo más sencillo puesto que se cortó a la medida de un tablero de pino, se biselaron los bordes,y se le añadieron las bisagras.
El interior ya dio más guerra. De una cajita de madera donde colocamos los langostinos en el trabajo, hicimos una bandejita y luego con recortes de madera se hicieron las separaciones
En esta foto podéis ver las separaciones interiores. Lo hicimos así preveyendo que se utilizaría como joyero, o algo parecido.
Las láminas utilizadas fueron de cartas y postales estilo antiguo, los tonos como podéis observar muy suaves.
La única novedad es que en algunas zonas utlicé arena para darle relieve, que luego maticé en tonos haciendo juego con el entorno, y pan de oro, que le dio un brillo muy especial.
El resultado fue bastante positivo, a la destinataria ( y según tengo entendido a su hija más ) le gustó mucho.
Pero el regalo aún estaba incompleto....
Tenía un maniquí por casa al que no le encontraba hueco, sobre todo porque estaba decorado con un vestido de terciopelo negro y plata, y esos colores en mi casa......como que no. Se me ocurrió reciclarlo. Utilicé las mismas técnicas que en la caja, para que se pusieran en la misma estancia, y el cambio fue espectacular. Creedme si os digo que pensé en quedármelo.
Espero que os haya gustado.
Hasta la próxima