El agricultor autóctono, muy sabio él, ya lo implanto hace décadas y comenzó a comercializarlo en forma de ?Brunch? del granjero, sólo los domingos. Y así servir los productos de su cosecha, es decir, sus huevos, leche, queso. Es típico ir a las granjas el fin de semana , por ejemplo en Appenzell, y comer un brunch. Y está muy implantado en todo el país.
Así que como buenos urbanitas aprendices de gafa pasta, allá que nos fuimos a buscar uno original, cansados de los típicos del centro y dimos con una granja en plena ciudad. ¿Es posible? Pues sí. Y de nivelón. La encontramos en el Zuriberg, el barrio pudiente de la ciudad, en la cima de una colina. Es un restaurante-granja con establos, a escasos 10 minutos andando del la estación ?Dolderbahn?. Se ubica en la zona recreativa del Dolder (patinaje sobre hielo? y otras actividades).
Aquí os traigo hoy
Es muy recomendable sobre todo los días que hace sol, para dar un paseo, entre bosques y animales. ¡Pero abrígate! Porque corre un viento helado que te corta en dos.
¿Como llegar? Coge el ?Dolderbahn? en la parada del tranvía Rommerhof
(trams 3, 8, 15), en 10 minutos te encontraras arriba.
Doldlerbahn
Una vez que llegues a la última parada, camina hacia arriba (seguramente toda la gente ira en la misma dirección). Son unos 10 minutos caminando y atravesaras un parking. Al final.. esta el restaurante: http://www.adlisberg.ch/
La granja también es restaurante de diario
El local está muy bien decorado, todo de madera, muy suizo él. Y la comida es sencilla pero muy rica. Nada rococó, y tiene lo básico: muesli, huevos revueltos, salchichas, queso y demás.... Si estás buscando combinaciones espectaculares de huevos benedictinos, este no es tu sitio. Pero si buscas una buena rosti con huevo a la plancha, pues entonces sí. Cuesta alrededor de 45 francos por cabeza, bebidas incluidas.
Desayuno completico
Rosti con huevo con puntillas
Postrecicos para los más golosos
Os dejo algunas fotos del restaurante. Claro, mesas corridas y se comparte. He de confesar que esto de las mesas compartidas me costó un pelín al principio de mi llegada a Suiza, pero una vez que te acostumbras, no está mal. Cómo no hacen ruido... ni te enteras.
Las mesas tienen nombres de cuentos suizos
Sí, es un pedazo de cencerro
Para bajar la tripota, que mejor que el deporte nacional suizo, el senderismo. Y como estás en pleno bosque, te aconsejo que te pierdas por él, siguiendo los caminos... ya se sabe que en Suiza.. todos los caminos acaban en parada de tram, bus o en tren. ¡Viva el transporte público!
Abrígate bien, las primeras nieves ya están aquí.
¿Tienes alguna sugerencia para tomar el brunch del granjeren en Zurich? Anímate y comparte tu sapiencia, amigo del metal.