Harriet Powers
Marzo, mes en el que se celebra el Día Internacional de La Mujer Trabajadora. Y tras esta celebración hay historias de mujeres poderosas, increíblemente valientes, y por ello la historia ha de recordarlas asignándoles un día en especial por tales virtudes y acciones que marcaron y cambiaron el rumbo de su historia y de todas las mujeres del mundo.Por ello, y por ser un gran ejemplo de superación he querido recordar en este mes a Harriet Powers, quien nació en esclavitud el 29 de octubre de 1837, cerca de Atenas Georgia, Estasdos Unidos de América, vivió en una plantación en el condado de Madison. Allí aprendió a coser a mano y a mmáquina -según las costumbres de la época- de la dueña de la casa o de otros esclavos.
Ya en libertad, elaboró hermosas colchas (quilts) inspiradas en su tierra natal, de pasajes bíblicos, espirituales y fenómenos metereológicos. Según historiadores Harriet no pudo haber leído la Biblia, pero cantó las canciones de cuentos populares de su tierra natal y escuchó las lecciones bíblicas de forma oral. Inspirándose en ello plasmó todas esas historias en sus edredones.
A la edad de 49 años, ya libre tras la Guerra de Secesión, Harriet exhibió en 1886 su primera colcha en la Feria del Algodón del Condado de Clarke. “Ella combinó el estilo africano de apliques, con costuras de estilo europeo para crear sus “Colchas de Cuentos” que se conservan hoy como piezas notables tanto del arte popular como de la historia”. Su primera colcha estaba hecha de 299 piezas de tela, que representaban escenas de historias bíblicas y espirituales.
Las más tradicionales colchas o edredones elaboradas con la técnica del patchwork o remiendos, se inspiran en historias personales y este es el caso de la primera colcha de Harriet, ya que expone bloque a bloque sus conocimientos y experiencias de vida.
De echo, uno de los bloques (panel o block) cuenta la historia de Jacob: “estamos subiendo la escalera de Jacob”. Esta fue una historia bíblica popular entre los esclavos porque se identificaron con un hombre sin hogar, cazado y cansado de su viaje, y la escalera representaba un escape de la esclavitud”.
Hoy día sólo sobreviven dos colchas de Harriet Powers, y si la quieres ver puedes ir al Museo Smithsonian de Historia Americana en EEUU, ya que en 1895 fue integrada a su colección gracias a Jennie Smith, artista y profesora de arte en el Instituto Lucy Cobb, una escuela secundaria para mujeres jóvenes en Atenas, Georgia.
Jennie vio por primera vez la colcha en la feria del algodón y dijo “capturó mi atención” pero no estaba en venta. Tiempo después pudo contactar con Powers quien accedió a venderla y grabó en su mente la detallada explicación que Harriet le reveló de cada uno de los 11 bloques. La compró por 5 dólares, ya que desde que la descubrió exhibida en un rincón de la feria se enamoró del edredón pues comprendió lo especial que era.
Harriet “llegó una tarde frente a mi puerta en un carro de bueyes con la preciosa carga en su regazo encerrada en un saco de harina limpio, que aún estaba envuelto en un saco de azafrán. Lo ofreció por diez dólares, pero Solo tenía cinco para dar “. Harriet salió a consultar a su esposo e informó que él dijo que era mejor tomar los cinco dólares.
https://americanhistory.si.edu/collections/search/object/nmah_556462 La segunda colcha fue donada al Museo de Bellas Artes de Boston, es una colcha narrativa de 15 paneles, en la que ilustró historias de la Biblia y documentó eventos naturales específicos sucedidos en la época. Esta colcha fue encargada por las esposas del profesorado de la Universidad de Atlanta quienes también se enamoraron de la primera colcha de Harriet.
Harriet Powers se casó a los 18 años y tuvo nueve hijos, murió el 1 de enero de 1910 y está enterrada en el Cementerio de Peregrinos del Evangelio en Atenas, Georgia y a pesar de no saber leer ni escribir y de las circunstancias de su nacimiento siguió soñando y recreándose en sus hermosas colchas.
Hoy en día, su legado aún sigue latente y los expertos opinan que “dejó un registro significativo de vida y eventos en el sur de Estados Unidos del siglo XIX al traducir historias orales y eventos meteorológicos en sus colchas”.
Fuentes:
In Her Own Image, Women Working in the Arts. Elaine Hedges, Ingrid Wendt.
Museo de Bellas Artes de Boston
Museo Smithsonian de Historia Americana
Wikipedia
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