En mi familia, además de Celia, hay dos niñas más: mis sobrinas. Y estas Navidades a las tres les regalaron sendos bolsos. Y claro, un bolso sin monedero no se puede llevar. Así que me hice con tres boquillas metálicas pequeñas y me puse a coser...
Los monederos con boquilla son, como te contaba la semana pasada, un recurso estupendo para regalar. Y estos, pequeñitos, gustaron mucho.
Este fue el de Celia:
Este, el más grande de los tres, para la niña mayor, que aunque sólo tiene cinco años y medio, tiene que diferenciarse de las dos pequeñas:
Y el último, con la apertura por arriba, que me encanta este diseño:
Para rematarlos, los tres llevan una campanita colgando, para que no se pierdan...
Las tres niñas estaban felices con sus monederos, ideales para sus manos pequeñitas...
Ahora ya se me ha pasado un poco la fiebre de las boquillas, pero tendré que retomarla, porque son labores sencillas de hacer, de las de coserlas en el sofá después de cenar y que siempre viene bien tener unos cuantos hechos para regalitos improvisados...Recuerda que si no te quieres perder nada, me encontrarás en:
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