Hoy no tengo nada de patchwork para enseñaros pero sí algo relacionado con
Desde siempre me han gustado las tarjetas de Navidad y habiendo vivido mucho en el extranjero era mi manera para estar cerca de las personas que quiero.
Mi estancia en Londres no hizo más que aumentar esta afición, me encantaba recibir Christmas y colgarlos en el salón y me volvía loca buscando la tarjeta perfecta para mis amigas y familia.
Pero ahora, con las nuevas tecnologías, esto ya no se lleva, los e-mails, los whatsapps y los sms han suplantado las tarjetas de papel. Lo siento mucho, yo seguiré enviando tarjetas de papel y, además, hechas por mi.
Desde su llegada, los niños, son los protagonistas, y algunas veces han sido mis ayudantes.
Para esta tarjeta utilicé un cartón ondulado de un embalaje, cordón rustico y algunas pegatinas.
Sé que a las personas que los reciben les haces mucha ilusión y, como os he dicho, es una tradición en mi casa.
En esta tarjeta mis peques tenían 2 y 3 años y sus pequeños deditos han decorado el árbol.
Todos los años me digo a mi misma ?¡está vez no me pilla el toro!?, ?¡las prepararé con antelación!? y aquí me tenéis a fecha de 16 de diciembre, preparando las tarjetas.
En la tienda Tiger compré unos packs de 6 tarjetas para personalizar y viendo este post del Blog Mimosorum ya tuve claro las tarjetas de este año. Con los detallitos que había en el pack, un poquito de Washi tape y la inestimable ayuda de mis duendes personales, este ha sido el resultado.
A través de estas tarjetas, mi familia que vive en Italia ve como crecen mis niños y que está en mi pensamiento.
Mis amigas de Tenerife, saben que me acuerdo muchos de ellas y que las echo de menos. Las amigas de mi madre que tienen 80 años saben que recuerdo con mucho cariño los picnic y los paseos por las montañas.
Mi vecina de casa sabe que me encanta cuando me trae frutas y verduras de su huerta solo para mí.
Mi amigo Carlo de Londres, sabe que a pesar de vernos cada 3 ó 4 años, le quiero muchísimo.
Ni una sola de las 35 tarjetas se envía por quedar bien o por obligación, todas se envían por cariño y por compartir las cosas más importantes de mi vida, mis hijos. Espero que todos los que la reciben así lo sientan.
¡Feliz semana!