Y es que de vez en cuando es agradable bucear por el trastero para ver que posibilidades te ofrece.
Y esta vez esto es lo que me ofreció.
Pues si, seguro que muchos sabéis lo que es. Es una vieja Fira de Ikea, transformada con un buen lavado de cara.
Primero una buena limpieza, que después de tanto tiempo por ahí medio perdida, lo necesitaba.
Está pintada con acrílica blanca, dos o tres capas, y lijado entre medias.
Se cambia de posición los cajones, para que el frente sea completo porque no vamos a utilizar la manera propia de abrir este tipo de cajoneras.
A continuación elegí unos papeles de scrap que casasen bien con la decoración de donde iba a ir ubicada; en este caso los tonos verdes eran los mas apropiados.
Un buen entintado con tintas distress, hacen ese efecto envejecido tan lustroso.
Para hacer los tiradores, he utilizado lazo de raso, pero colocado en la parte superior de cada cajón.
Unos falsos chipboards embosados en cobre, hacen de carteles, para tener ubicado en todo momento el contenido del interior.
Y nada mas, un mueblecito reciclado y perfecto para su nuevo uso.
Espero que os haya gustado y quizás os haya dado un poco de inspiración para vuestros contenedores de madera...