Tras meses de tenerlo en casa y no decidirme a probarlo, hace un par de semanas -y a raíz de mi creciente adicción a las piñas- decidí que era el momento de utilizarlo. Ahora comenzaba la segunda fase, sobre qué aplicarlo?
En principio pensé en una sudadera, pero eso implicaba que tardaría mucho en ponérmelo; una tote, tengo cientos y al final siempre llevo la misma…. y así dando vueltas por casa hasta que al final abrí un cajón y me dí cuenta de que tengo muchas, muchas camisetas blancas, y pensé que era el momento de cambiar una de ellas, iba a customizar una camiseta con mi buque insignia de este verano, las piñas!!
El modo de usarlo la verdad es que es super fácil y muy recomendable para quienes nunca antes hayan hecho punto de cruz o bordado, ya que es un patrón relativamente sencillo. Además, el hecho de que el patrón se pegue ayuda mucho y agiliza el trabajo, ya que no hay que estar pendiente de que se mueva , simplemente se pega y te despreocupas.
Como os digo, los pasos a seguir son muy pocos y sencillos. Elegimos el material sobre el que queremos bordar, el lugar en el que lo vamos a hacer y pegamos el patrón. Es como una pegatina por lo que no tenemos que utilizar ni plancha ni nada para que fije.
Una vez lo tenemos pegado, simplemente, comenzamos a bordar siguiendo el patrón.
El kit viene ya con la aguja e hilo. A mi el hilo con el que viene creo que ha sido lo que más me ha gustado… viene hilo de sobrá para realizar el patrón por lo que no tienes que andar con mucho cuidado a la hora de los sobrantes y demás.
Yo os recomiendo hacer primero todo lo de un color y después el resto. En mi caso comencé por el verde y terminé con el amarillo.
Como consejo: hay que tener cuidado con la tensión del hilo. Yo estoy acostumbrada a bordar con bastidor y la verdad es que a mi me ha costado un poco controlar eso, pero en cuanto lo llevas probando un ratito pillas bien la tensión y de este modo evitas que se te queden fruncidos.
Una vez lo tenemos terminado, llegamos al proceso final. Toca eliminar el papel con el patrón, para ello sumergimos la camiseta en agua fria y de este modo el papel se disuelve sin quedar ningún resto sobre el tejido.
Si vemos que queda algún resto simplemente con frotarle la mano sale. La verdad es que es una forma muy cómoda. Vale, hay quien me ha dicho que ya no puedes reutilizar el patrón.. pero la verdad es que está bastante bien. Si lo que quieres es utilizarlo más veces, siempre puedes copiarlo sobre la tela con rotulador y después eliminarlo con agua.
Yo como soy un poco maniática, una vez la dejé secar y comprobé que se había quedado perfecta, la lavé y planché y lista para usar!!
Y más feliz que una perdíz con mi camiseta nueva!
Besacos a puñaos!!!
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