Para la base lo que hice fue pintar con pintura bastante aguada el lienzo y dar una mano de barniz. Así, si nos equivocamos con la plantilla, o algo sale mal, se puede quitar sin dañar la base. ¡Os aseguro que viene muy bien hacer ésto!
En cuanto a la figura del mandala, quería que tuviera varios tonos, una especie de degradado en azules, así que protegí bien las partes que no quería pintar, y así fui dando los tres tonos que lleva mi figura. Puedes hacer lo mismo, o utilizar un único tono, o, al revés, utilizar muchos más y dar a cada motivo un color diferente, obtendrás un mandala alegre y colorido.
Para pintar sobre la plantilla, recomiendo usar un pincel de base plana y cerdas gruesas, coger pintura y descargarla sobre un papel. Con toques en vertical se va rellenando y pintando la figura.
Y con este pequeño trabajo marcho al Viernes Handmade de little Kimono. ¡Vamos allá!