En Madrid, a cuarenta grados, primera ola de calor, un sábado por la tarde, pocas cosas me apartarían de estar a remojo toda la tarde. Pero una de ellas es la presentación del libro de Lucía Be a un par de calles de mi casa. Si le añades una librería bonita como La librairie y un chico poniendo gin tonics, pues mucho mejor.
Aún así la cara de mi marido de "pero, ¿a dónde vas con este calor??" cuando me vio salir de la piscina era más que comprensible. Pero allí me fui conduciendo por un Madrid más desierto que en la película "Abre los ojos", y de verdad que mereció la pena, porque Lucía es una de esas personas con tendencia a la alegría y facilidad para trasmitirla, porque nos regaló una charla con unas cuantas verdades importantes y porque su libro es muy, muy bonito.
Realmente bonito, de esos que colocas en la estantería de frente y no de canto, para que se vea, de los que ojeas de vez en cuando para alegrarte el día con las ilustraciones... Y es que parece que últimamente no hay blogger que no saque libro, y está bien, al fin y al cabo, si tienes un blog se presupone que te gusta escribir, ya que lo hagas bien, es otra cosa :-).
Me gusta leer, leo mucho y soy bastante exigente en cuanto a literatura se refiere, y por eso no creo que todo el mundo esté capacitado para escribir un libro (aunque viendo la cantidad del novedades en cualquier librería se diría que soy la única que piensa así), y precisamente por eso, tenía claro que sí iba a comprarme el libro de Lucía en cuanto supe que iba a editarlo, porque si algo me enganchó de su blog (además de su alegría) es su forma de escribir. Hace unos meses compartí en Facebook este post, porque me parece de lo mejorcito que he leído últimamente en todos los ámbitos, un ejemplo perfecto de que la literatura de calidad puede estar en todas partes, también en un blog.
Así que una tarde de piscina se convirtió en una tarde de risas, chuches y gin tonics, donde Lucía nos dejó claro que la vida Pinterest no existe las 24 horas del día y que no pasa nada si todo no es tan perfecto como en nuestras fotos de Instagram. De todas sus frases, me quedo con esta "si tienes un sueño, ponle patas". Me encanta cómo cuenta que fue ella la que se presentó en Planeta para decirles que quería escribir su libro, que se plantó allí para decirles "chicos, me necesitáis". Porque los sueños no son imposibles, pero hay que ponerles mucho esfuerzo y patas :-) y empezar.
También comparto su idea de que las cosas bonitas hacen que la vida sea más feliz y si un día te levantas con cara de lechuga, mejor ponerse un vestido bonito y pintarse los labios, porque "hay días grises, rojos y verdes y siempre tienen remedio". Porque la felicidad está en las pequeñas cosas, en un vestido bonito, en una cena de dos, en una copa en buena compañía. Porque la vida eres tú y las circunstancias que te han tocado, y con eso tienes que intentar ser lo más feliz posible, no hay más misterio. Y de ti depende si bailas o no pongan la música que pongan en la verbena...