Lo hago a través de una asociación a la que pertenezco hace años, y es una aventura muy gratificante. El primer taller comenzó, cómo no, explicando qué es esto del cautivador mundo del scrapbooking. Y cada día encuentro algo nuevo que explicar y que a las asistentes a los talleres les encanta.
Mis comienzos hace años fueron un poco solitarios. Mi hermana pequeña me habló de ello y me enseñó sus fundamentos. Pero nadie más, nadie a mi alrededor, sabía qué era esto. Por eso, cada taller que hago es una satisfacción. Aunque haya momentos en los que nos persigue el tiempo y no podemos hacer todo lo que tenía previsto (creo que a veces les exijo demasiado, pero responden estupendamente). Me hubiera gustado en aquellos principios contar con un grupo de personas que quisieran aprender como yo, y compartir algo que se ha convertido en mucho más que una afición. Así que mientras haya entusiastas que quieran aprender scrap, los talleres seguirán. Es una declaración de intenciones.
Y tras esta no breve introducción, os quiero enseñar los modelos de libretas que hice para el último taller. Son dos: Una alterada, es decir, hecha a partir de una comprada, y un taco de notas al que le "fabricamos" unas tapas para vestirlo más elegante.
Cuando planteo los talleres tengo que tener en cuenta que lo que vayamos a hacer no puede necesitar mucho material específico, ni herramientas que las alumnas no tienen todavía. No puedo enseñarles a hacer una libreta encuadernada con Bind it All, que yo sí tengo, pero que ellas no podrán repetir en su casa. Así que hay que limitar la imaginación, pero aplicando técnicas.
Así hicimos unas libretas como ésta:
Partimos de libretas compradas, que desmontamos y alteramos sus tapas. Cada una eligió el papel que más le gustó de tres colecciones distintas, y todas quedaron estupendas. Ésta es la que hice yo como muestra. Es curioso ver cómo cada una le daba su toque personal y cambiaba cosas. De eso se trata, de acomodar a tu gusto lo que haces.
También hicimos un taco de notas con tapas. Fácil y muy agradecido, con el que se aprenden muchas cosas muy útiles para otros trabajos. La mía iba a juego con la libreta:
Los papeles son de la coleción "Parisienne Blue" de Papermanía, preciosos cualquiera de ellos.
En el próximo taller, tengo que hacer fotos de los trabajos de las chicas. Son estupendos, os lo aseguro. Pero lo mejor son las ganas que ponen en lo que hacen. Sólo por eso, merece la pena el trabajo que lleva prepararlo todo con antelación, los nervios por si les gustará lo que vamos a hacer, y el viaje de ida y vuelta con uan maleta llena de cosas que arrastro desde casa. Los vecinos estarán diciendo, "...Pero cuánto viaja esta mujer..." Si ellos supieran lo que llevo en la maleta en lugar de ropa, jaja.
Gracias por haber llegado hasta aquí leyendo esta extensa entrada. Un saludo, y hasta la próxima.