Y sin más dilación, COMENZAMOS???
MATERIALES QUE NECESITAMOS
1. Chanclas viejas de piscina
2. Aproximadamente 2 metros de trapillo
3. Pistola de silicona caliente
1-
Para hacer esta manualidad cogimos unas viejas chanclas de piscina que yo tenía y que combinaba los colores verde, morado y azul oscuro, como eran chanclas duras de piscina y no eran muy cómodas, decidimos darles una nueva vida y cambiar el plástico de las chanclas por cuerda de trapillo.
Lo primero es cortar el plástico que forma la chancla, con unas tijeras es muy fácil de cortar, cortamos y tiramos.
2-
Ya nos queda solo la planta del pie con los tres agujeros para poder engarzar la cuerda de trapillo, vamos a doblar por la mitad los 2 metros de trapillo, y os preguntareis, ¿2 metros no es mucho? pues no, porque queremos que nos queden unas sandalias romanas, que se atan en la pierna, ese tipo de sandalias son muy bonitas y hacen un pie muy estilizado. Bueno, pues cuando ya tenemos doblado por la mitad el trapillo vamos a meter la punta doble de la cuerda por el agujero central de la suela, quedando un extremo del trapillo a cada lado de la misma. Igual que en la imagen de más abajo.
3-
Después cada uno de los extremos del trapillo lo vamos a llevar a cada uno de los dos agujeros laterales y vamos a introducir el trapillo en cada uno de ellos, para que quede en forma de sandalia y el trapillo pueda sujetar el pie a la suela. Lo haremos igual que en la imagen de más abajo.
4-
Una vez tenemos el trapillo atrapado en cada agujero, lo soldaremos con la pistola de silicona caliente, para que no se salga y nos sujete bien como sandalia.
Y ya tenemos nuestra sandalia romana disponible para disfrutarla todo el verano.
Con esta entrada queremos participar en el finde frugal de Marcela e inventando el finde de Olga
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