Y me dijeron cómo llorar,
En silencio y despacito
Para que la desgracia pasara de largo
Y, obediente, contuve mis lágrimas ,
Se ataron en el nudo de mi garganta
Cuando oprimí mis labios con la almohada.
Siempre, ahogué mi dolor y mi agonía,
Pues, el llanto no es libre en esta vida.