Desde pequeña aprendí a hacerlo porque mi madre siempre me decía esa frase lapidaria:" Hija , una mujer debe sabe saber de todo, que nunca se sabe el día de mañana qué te puede hacer falta". Y esta otra: " Hija , tú estudia pero aprende de todo que el saber no ocupa lugar". Y muchas más que seguro os estarán viniendo a la cabeza.
Así que estudié mi carrera y a la vez aprendía a cocinar, a hacer punto, a bordar punto de cruz, algo de ganchillo , a coser .... Como me decían :" a ser una mujer en condiciones". ¡ Jajajajaja !
En fin, me alegro , es la verdad, porque sé hacer muchas cosas y lo que no, me lo invento. Me gusta hacer de todo , aunque no estuviera de acuerdo con las frases que en aquellos momentos se decían en mi casa, ni lo estoy. Mi hermano nunca tuvo que aprender a hacer estas cosas y ya puestos , creo que si tan bueno era , a él también le habría venido bien. Pero comprendo que mis padres pertenecen a otra generación diferente de la que yo cogí sus últimos coletazos.
Soy de las que lo mismo ayudo a mis hijas con un comentario de texto, que hago una disertación o hago calceta. ¡Jajajajajaja!!!
Y al final , hasta me gusta hacer mis cosas, que mis hijas las lleven y tengo que decir que con mucho orgullo y encantadas de lucir lo que les hago. Al menos, ha tenido su recompensa.
Hoy os voy a enseñar las últimas que he hecho, en poco os mostraré más.
Un cuello de lana para mi niña.
Una bufanda y una diadema para el pelo para mi sobrina .