Hace un tiempo, alrededor de unos meses, fabriqué éstos jabonsitos cuadraditos para una clienta y la comunión de su hijo. Fueron pastillitas de jabón de glicerina con manteca de coco, aroma a rosas y aceite esencial de Niualí.
Como le gustaron tanto mis petroglifos, encontramos éste lindo pecesito y gravé cada una de las 40 pastillitas con el. También le diseñé las etiquetas, e hice el montaje de los 40 recuerditos. Un trabajo que con tiempo y mucha meditación entre las dos, para decidir que era lo más adecuado, según sus gustos y mis indicaciones sobre la materia, nos ofreció éste lindo resultado.
Aunque éstos jabones no se hayan pensado inicialmente para utilizar en la piel, vi conveniente preveer esa posibilidad, uno nunca sabe :). Asi que los formulé como si fueran a usarse.
Al añadirle manteca de coco a ésta base de jabón de glicerina vegetal, les di más dureza y espuma. Además la manteca y el aceite de coco da a la piel hidratación, protección y suavidad entre otras propiedades. Decidí añadirle además, aceite esencial de Niaulí (Melaluca quinquenervia) que pertenece a la familia del árbol de Te; entre sus diversas propiedades cutáneas es antiséptico, analgésico y balsámico. Estos dos grandes e inseparables amigos unidos a las propiedades hidratantes del jabón de glicerina le dan un beneficio más que decorativo a quien posea éste jabón. Puede que no lo utilicen, pero si lo hacen, estarán agradecidos.
Felices Burbujas!
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